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sábado, 29 de noviembre de 2014

LKB1: PROTEÍNA QUE REPARA EL DAÑO CAUSADO POR EL SOL EN EL ADN


Investigadores del grupo de Melanoma del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), liderados por Juan Ángel Recio, en España, han descubierto que la proteína LKB1 es esencial para iniciar el proceso de reparación del ADN dañado por la radiación ultravioleta. El hallazgo, publicado en Plos Genetics, permitirá usar la proteína como factor de riesgo a sufrir cáncer de piel.
La radiación ultravioleta, primera causa del cáncer de piel y de su envejecimiento prematuro, causa alteraciones en el material genético de las células (genes mutados), que si no son reparados eficientemente pueden resultar en el desarrollo de un cáncer.
De hecho, algunos estudios demuestran que los individuos expuestos al sol durante la infancia tienen más probabilidades de sufrir melanoma a partir de los 50 años. De esta manera, para poder descifrar los mecanismos que conducen a la creación de los tumores de la piel, es necesario entender las bases moleculares de la respuesta celular al daño en el ADN causado por la radiación solar.
El objetivo del estudio fue determinar las posibles causas que contribuyen a que la radiación solar provoque la aparición de tumores de piel. En particular cómo participa en estos procesos LKB1, que es una proteína mutada en tumores humanos LKB1.
Para llevar a cabo el estudio, el equipo del VHIR inactivó en un grupo de ratones una de las dos copias de la proteína LKB1. Los investigadores sometieron a una sola dosis fisiológica de radiación ultravioleta a ratones recién nacidos, equivalente a la que puede sufrir un niño sin protección expuesto al sol en pleno verano durante tres horas.
Los resultados, asegura Recio, han sido sorprendentes, ya que los animales desarrollaron cáncer de piel cinco meses antes de lo esperado. “Los ratones en los que inactivamos la proteína desarrollaron en tan solo un mes un tipo de tumor asociado al daño crónico por radiación solar, que es el que acostumbran a presentar agricultores, pescadores o personas que han estado expuestas al sol durante mucho tiempo”, afirma el investigador.
En concreto, los ratones transgénicos a los que les quitaron una copia de LKB1 desarrollaron un carcinoma de células escamosas de la piel asociado a un defecto de la reparación del ADN dañado. Estos datos han sido corroborados en dos modelos animales adicionales de melanoma que se harán públicos en breve.
Los investigadores no solo han descubierto que LKB1 desempeña un papel esencial como sensor de la reparación del daño, sino que también las células con el ADN dañado son más resistentes a la muerte celular. “Al no poder LKB1 desarrollar su función, se favorece la acumulación de células mutadas y el desarrollo de tumores”, indica el autor principal del estudio.
Tras estudiar la función de la proteína en los modelos animales, los investigadores recogieron muestras de pacientes con cáncer de piel. Detectaron que en la mitad de los casos, los tumores mostraban poca o ninguna expresión de LKB1 en todas las fases de la enfermedad, pero especialmente en áreas de la piel expuestas al sol, como la frente y la nariz.
Según Recio, este descubrimiento sugiere que “la pérdida de expresión de la proteína es un evento precoz y que muy probablemente contribuye al desarrollo del cáncer inducido por la radiación ultravioleta”.
El siguiente paso del equipo será evaluar el uso de LKB1 como factor pronóstico al riesgo de tener cáncer de piel debido a la radiación solar, prestando especial atención a las familias con historial de la enfermedad. También están investigando los diferentes factores capaces de alterar la expresión de LKB1, que hasta ahora son desconocidos.  

jueves, 27 de noviembre de 2014

EL NAD PREVIENE EL CÁNCER DE HÍGADO EN RATONES


Gracias al primer modelo de ratón que reproduce fielmente todas la fases del hepatocarcinoma humano, un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto que un derivado de la vitamina B3 puede prevenir el cáncer de hígado, al menos en los roedores. Los resultados, que se publican «Cancer Cell», a pesar de que los propios investigadores alertan de que la eficacia de esta línea no está demostrada en humanos, puede abrir una ventana para iniciar futuros estudios en humanos. En este sentido, ya ha comenzado una colaboración con el Programa de Investigación Clínica del CNIO, liderado por el oncólogo Manuel Hidalgo, para ampliar los estudios en ratones y valorar el posible salto a humanos.
El cáncer de hígado es uno de los tumores más frecuentes en todo el mundo y con peor pronóstico; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 se contabilizaron 745.000 defunciones por esta causa en todo el mundo, una cifra superada solamente por el cáncer de pulmón. La forma más agresiva y también la más frecuente es el carcinoma hepatocelular, o hepatocarcinoma, sobre el que todavía se conoce muy poco y existen escasas opciones terapéuticas.
Gracias al primer modelo de ratón que reproduce fielmente las fases del HCC humano, desde que aparecen las primeras lesiones en el hígado hasta el desarrollo de la metástasis, se ha visto que las dietas ricas en nicotinamida ribósido (NR), un derivado de la vitamina B3, protegen a estos ratones del desarrollo de HCC ya en sus fases más iniciales, cuando el estrés genotóxico causa daños en el ADN celular. También demuestran un efecto curativo de la dieta en aquellos ratones que habían desarrollado previamente la enfermedad.


Uno de los principales obstáculos para el estudio del hepatocarcinoma humano es la ausencia de modelos en ratón que copien la enfermedad, sobre los que investigar rutas moleculares o nuevas terapias. Puesto que está asociado a alteraciones en la supervivencia celular y el oncogén URI interviene en este proceso, los investigadores crearon mediante ingeniería genética ratones que contenían niveles elevados de URI solamente en hígado y de forma controlada en el tiempo.
Después de 30 semanas con altos niveles de URI, los ratones generaron tumores esporádicos en el hígado, e incluso metástasis cuando la inducción del gen persistió en el tiempo. Según describe el trabajo, la molécula que orquesta estos cambios es la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+), un compuesto universal de los seres vivos necesario para quemar calorías mediante el metabolismo celular.
«El aumento de URI disminuye el NAD+ celular y como consecuencia produce estrés genotóxico y daño en el ADN», explica Nabil Djouder, líder del estudio. «Sin embargo, todavía no está claro por qué el déficit de NAD+ provoca estas lesiones», añade.
Además de trabajar con el modelo de ratón, los autores han cotejado los resultados sobre casi un centenar de muestras humanas. «Las procedentes de pacientes con HCC contienen niveles de URI que duplican los de las muestras sanas», indica el artículo. Los datos, que además asocian a URI con una peor prognosis o evolución de la enfermedad, sitúan al gen como un posible nuevo marcador en cáncer de hígado.
Varios estudios epidemiológicos coinciden en asociar dietas pobres en triptófano –precursor de NAD+– con un aumento en la incidencia de determinados tipos de cáncer. También se ha observado que los suplementos diarios de vitamina B3 en poblaciones con deficiencias nutricionales crónicas reducen la incidencia de algunos tipos de cáncer, como el de esófago.
A pesar de los resultados, los investigadores alertan de que la eficacia de los suplementos nutricionales potenciadores de NAD+ como terapia combinada en oncología no está demostrada en humanos.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

CÉLULAS MADRE UTERINAS PARA TRATAR EL CÁNCER DE MAMA




Células madre uterinas, que se obtienen a través de una citología normal, podría servir para combarit el cáncer de mama. Lo ha visto un equipo de Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, de la Fundación Hospital de Jove (Gijón) y de la Universidad de Santiago de Compostela.
Para llevar a cabo este hallazgo, los investigadores han aislado células madre del cuello uterino para analizar las sustancias que dichas células expulsan al medio de cultivo contra células tumorales. A partir de esta premisa, han constatado que estas células tienen la capacidad de inhibir la invasión y multiplicación de las células tumorales, sobre todo, de las más agresivas.

«Este efecto es debido a que la zona de transformación uterina está en permanente regeneración, por lo que las células se reproducen más rápidamente», explica José Schneider, investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la URJC y coautor del estudio publicado en la revista científica«Oncotarget».



Células madre uterinas vistas al microscopio


La principal ventaja que presenta este estudio es que la obtención de las células madre se realiza a partir de un cepillado de cérvix, es decir, a partir de citologías normales, por lo que resulta una técnica poco invasiva.
En esta investigación, se han centrado en el cáncer de mama, donde han observado que no solo se frena el crecimiento de las células, sino que las induce al suicidio programado, lo que se conoce como apoptosis.

Según Schneider, «hemos trasplantado células de pacientes reales con cáncer a ratones inmunodeprimidos y hemos comprobado que aquellos a los que se les ha tratado con este medio de cultivo sobrevivían significativamente más que los ratones que estaban sin tratar».

Pero además, los investigadores señalan que existen otros elementos añadidos, que según explica el profesor de la URJC, «al tratarse de una zona en permanente contacto con ciertos elementos peligrosos, como bacterias, hongos y virus, que son los que desencadenan el cáncer de cuello de útero, pensamos que probablemente ese mecanismo de defensa que estas células han desarrollado puede tener una aplicación más general». Es por ello que, a corto plazo, si se verifica la capacidad antivírica, se podrían poner en marcha ensayos clínicos mediante tratamientos locales y abrir una nueva vía a futuras aplicaciones experimentales.

lunes, 24 de noviembre de 2014

EL ACEITE DE OLIVA ES EL MÁS ESTABLE PARA FREÍR


Freír es una de las formas más populares de preparar comida. Para freír se usan diversos tipos de aceite. Ahora, un estudio realizado por científicos de Túnez y Alemania indica que el aceite de oliva resiste el calor de la freidora o sartén mejor que diversos aceites de semillas, lo que se traduce en que el aceite de oliva ofrece alimentos fritos más sanos.
Cada aceite de cocina tiene una gama propia de propiedades físicas, químicas y nutricionales, y experimenta de un modo distinto las altas temperaturas propias de la operación de freír. Algunos de estos cambios pueden conducir a la formación de nuevos compuestos que son potencialmente tóxicos. Otros subproductos del aceite usado para freír también pueden reducir el valor nutritivo del alimento freído. El equipo de Mohamed Bouaziz, de la Universidad de Sfax en Túnez, se propuso encontrar cuál de los aceites de cocina puede preservar mejor su calidad al ser usado varias veces a temperaturas altas.
Los investigadores frieron trozos de patata cruda, tanto en freidora (donde la comida se sumerge por completo en el aceite) como en sartén (donde el nivel de aceite es menor y a menudo hay que darle la vuelta a lo que se esté friendo para evitar que quede casi quemado de un lado y casi crudo del otro).
Los científicos usaron cuatro aceites refinados diferentes: de oliva, de maíz, de soja (soya) y de girasol, y reutilizaron el aceite 10 veces.
Los análisis que realizaron después demostraron que el aceite de oliva fue el más estable para las freidoras, a entre 160 y 190 grados centígrados (320 y 374 grados Fahrenheit), mientras que el de girasol fue el que más rápido se degradó al freír con sartén a 180 grados centígrados (356 grados Fahrenheit).
El equipo de investigación ha llegado a la conclusión de que, para freír alimentos, el aceite de oliva mantiene una calidad y un valor nutritivo mejores que los conservados en los aceites de semillas.


domingo, 23 de noviembre de 2014

SE RECONSTRUYEN ÓRGANOS MUTILADOS EN RATONES

La medicina regenerativa señala el camino para la recuperación de personas con cegueras, infartos o problemas de riñón. Los pasos que se están dando son a la vez prometedores y, en muchos casos, muy preliminares. La buena noticia es que en los mejores laboratorios del mundo trabajan para identificar todos los caminos por los que la medicina del futuro podría avanzar: de este modo, no habrá callejón sin salida que impida dar con los tratamientos y las curas.
Es el caso del laboratorio del español Juan Carlos Izpisúa. "Estamos pensando en varios sistemas en paralelo", reconoce. En el Instituto Salk de California estudian cómo reprogramar células madre para reconstruir órganos y cómo usar las de cerdos, por ejemplo, para producirlos. Pero también se han detenido a observar cómo actúa la naturaleza en otros animales, como las salamandras que recuperan una extremidad aunque se la mutilen una y cien veces. O los peces cebra, a los que les cortas el 20% de su corazón y lo vuelve a regenerar una y otra vez sin problemas.
Izpisúa y su equipo han trabajado en entender el mecanismo molecular que permite a los peces cebra regenerar el corazón para después, estudiar si sería posible en mamíferos como ratones y humanos. En un experimento dado a conocer han demostrado que es posible: han conseguido activar ese mecanismo en el corazón de un ratón adulto para que se recupere tras quedar seriamente dañado por un infarto.
"Hemos visto que los factores responsables de la regeneración del corazón en el pez tienen una expresión muy distinta en los mamíferos. Y los hemos cambiado en ratones a imagen y semejanza de como lo hace el pez. El resultado ha sido espectacular: el corazón del ratón se ha regenerado también", resume Izpisúa. Hasta ahora se sabía que al nacer el ratón tiene unos días en los que la capacidad de regenerar tejidos está activa, pero que desaparece por completo en adultos. Es decir, es una capacidad que forma parte del genoma del ratón, que no se ha perdido con la evolución e incluso es activa durante los primeros días de vida: mamíferos que son como salamandras durante un escaso periodo de tiempo. Ahora se ha conseguido que los roedores tengan esa capacidad autosanadora, propia de superhéroes de comic, ya en su edad adulta.
Izpisúa y su equipo han copiado el mecanismo que usa el pez cebra para sanar su corazón
Izpisúa insite en la importancia de este trabajo porque demostraría que "se puede activar la regeneración endógena en mamíferos de manera parecida a lo que hacen algunos animales como el pez o el ajolote mejicano de forma natural, sin necesidad de trasplantar células desde fuera del organismo", como se está haciendo en otros campos de la medicina regenerativa. Por ejemplo, en el último gran logro, al conseguir que un grupo de pacientes con problemas de visión recuperaran algo de vista implantando células madre en la retina. En este caso, el planteamiento de Izpisúa sería algo así: modifiquemos determinados genes para despertar al pez cebra que todos los ratones llevan dentro.

En el estudio que su equipo publica hoy en Cell Stem Cell explican que identificaron cuatro genes que activan o desactivan ese don autosanador. Los consiguieron modificar primero in vitro, para comprobar que las células del corazón se recuperaban (en la imagen) y posteriormente in vivo, directamente en la cicatriz que dejaba el infarto en el corazón de un ratón adulto. Cuando se sufre un infarto, hay una parte del corazón, de sus células, que fallecen y que dejan el músculo más o menos tocado, con una cicatriz que dificulta el bombeo de la sangre y que es lo que se ha logrado sanar en estos experimentos.
También participó en el artículo el director del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol, para ayudar a enfocar estos esfuerzos hacia su aplicación médica futura. "Lo que estamos viendo es que somos capaces de identificar los genes y las proteínas implicadas en esta regeneración y vemos cómo darle la vuelta a unos genes que habían dejado de estar activos tras nuestro desarrollo evolutivo", explica advirtiendo que su participación se ha enmarcado en el plano teórico.
Los ratones tienen en su genoma la capacidad de regenerar órganos, como las salamandras, pero está desactivada
Hasta ahora se estaban usando células madre embrionarias y células adultas reprogramadas (denominadas iPS) para que se convirtieran en células del corazón dañado. "Juan Carlos [Izpisúa] va siempre más allá. Ahora se trata de ir directamente al gen, que está presente y deja de tener esa capacidad, lo que facilita y simplifica muchísimo la regeneración", asegura Campistol. "El siguiente paso es comprobar si también es reversible en mamíferos cada vez más grandes: ratas, conejos, cerdos", avanza Campistol, que ya colaboró con Izpisúa en el logro de producir minirriñones humanos.
En cualquier caso, el propio estudio reconoce que no se entienden por completo los mecanismos que activan la capacidad autosanadora. "Estamos lejos de reproducirlo en humanos porque desconocemos mucho sobre la capacidad de regeneración de esos otros animales y cómo se apaga tras nacer en los mamíferos. Por eso reivindico la importancia de dedicarse a la investigación básica", defiende Izpisúa.
La investigadora Nadia Mercader también estudia el mecanismo que permite a los peces cebra regenerar el corazón seccionado en su laboratorio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. "Son muy interesantes sus resultados, un modelo a seguir. Es muy bonita la forma en la que copian el mecanismo de los peces cebra", asegura Mercader, que no ha participado en el trabajo que hoy se publica. "Lo más interesante es que ven que hay una mejora en la respuesta de reparación y también tienen indicios de que hay células del corazón que son capaces de proliferar", indica Mercader. No es solo sanar el tejido dañado sino recuperarlo haciendo que crezca hasta su estado anterior al infarto.
Hasta dentro de cuatro años no habrá pruebas en pacientes. Es un camino difícil y no es bueno crear falsas expectativas", dice Campistol





En 2011, el equipo de Hesham Sadek de la Universidad de Texas descubrió que los ratones recién nacidos podían curar su corazón por sí solos, abriendo una vía para estas investigaciones posteriores al mostrar que esa capacidad permanece, aunque dure muy poco, en los mamíferos. "Creo que este es un estudio importante que identifica un campo potencial de regeneración en el corazón de los mamíferos adultos", asegura Sadek consultado por esta redacción. "Hemos tenido numerosos saltos en los últimos años", recuerda este cardiólogo, "y creo que estos resultados se deben traducir en más estudios, en diferentes tipos de lesiones, en animales más grandes y en última instancia en los pacientes con insuficiencia cardíaca".
"Es un paso más allá, pero todavía queda mucho por hacer", señala Mercader recordando que hay laboratorios en todo el mundo estudiando cómo se regenera la naturaleza, desde microorganismos como la hidra hasta gusanos como las planarias. Campistol coincide con Mercader en que están lejos de llevar estos hallazgos a la práctica médica: "No podemos olvidar que detrás están los pacientes. El artículo es importante, arroja luz sobre la regeneración, pero hasta dentro de tres o cuatro años no habrá pruebas en pacientes. Es un camino difícil y no es bueno crear falsas expectativas", defiende.

jueves, 20 de noviembre de 2014

CÉLULAS DE LA SANGRE DE PACIENTES CON INFARTO PUEDEN REGENERAR TEJIDO DAÑADO DEL CORAZÓN


Investigadores de las Universidades de Granada, Jaén, Málaga, Miami y del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, en España, han descrito que las propias células de la sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio son capaces de restaurar el tejido dañado del corazón.
En concreto, se trata de las denominadas células progenitoras endoteliales (EPC), aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos, pero que los científicos han conseguido que se diferencien hacia células de músculo cardiaco (cardiomiocitos).
Esta posibilidad de cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que las células aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, es decir, se pueden reconducir para que se conviertan en tejido cardiaco.
“Hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica. Sin embargo, poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón”, explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Juan Antonio Marchal.
Para esclarecer su papel, los científicos analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardiacas de muestras de EPCs aisladas a partir de sangre de pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con EPCs obtenidas a partir de sangre de cordón umbilical, una fuente donde ya se conoce que existen células madre capaces de regenerar tejido cardiaco.
“Es la primera vez que se desarrolla esta comparación. Nuestros datos indican que células progenitoras endoteliales (EPCs) obtenidas a partir de ambos orígenes, sangre de pacientes y cordón umbilical, tienen plasticidad y funciones similares y sugieren una eficacia terapéutica potencial en la terapia celular cardiaca”, asevera el investigador.
Esta terapia pasaría por inyectar estas células en la zona de la lesión. “Tras un infarto, se produce un efecto llamada de estas EPC desde la médula osea, donde se encuentran normalmente, hasta el corazón, para reparar la lesión: es el efecto homing. Sin embargo, este mecanismo no logra trasladar suficientes células como para regenerar por completo el tejido dañado”, explica.
Por eso, la futura terapia que proponen los expertos ayudaría a los pacientes con ese proceso de regeneración. Además, al tratarse de células propias se evitan posibles rechazos.
“La inyección de células ya se hace, pero nosotros hemos demostrado la capacidad de estas células propias del paciente infartado, de ahí que no se produzcan efectos secundarios”, aclara.
“No obstante, es necesario desarrollar protocolos de expansión en el laboratorio de estas células del propio paciente para que podamos obtener un número adecuado que tuviera el efecto beneficioso una vez introducidas en los pacientes”, precisa.
Para llegar a sus conclusiones, publicadas en la revista Cytotherapy, los expertos primero aislaron las células progenitoras endoteliales de todo el conjunto de células existentes en la sangre (glóbulos blancos, rojos…). Una vez separadas, se deja que las EPC proliferen y añaden una sustancia, la 5-azacitidina, que tiene capacidad para inducirlas a células de corazón, al igual que las células de cordón umbilical.
“No se observaron diferencias significativas entre el número de unidades formadoras de colonias de células endoteliales en sangre periférica de pacientes con infarto de miocardio y muestras de cordón umbilical”, concluye.




martes, 18 de noviembre de 2014

LA EPICATEQUINA DEL CHCOLATE ES BUENO PARA PRESERVAR LA MEMORIA


Uno de sus componentes del chocolate, la epicatequina, un flavonol con acción antioxidante, ha demostrado su eficacia para revertir las pérdidas de memoria normales asociadas a la edad. Esas que a partir de los cincuenta hacen más difícil localizar el coche en el aparcamiento del supermercado o que haya que poner más empeño en aprender cosas nuevas o recordar nombres.
Movidos por esa fama de protector del cerebro que rodea al cacao, los investigadores probaron una dieta rica en epicatequina (900 miligramos al día) durante tres meses en 37 voluntarios sanos con edades comprendidas entre 50 y 69 años. El ensayo, doble ciego, mostró una mejoría notable en la cognición equivalente a un rejuvenecimiento de 30 años, aseguran los investigadores de la Universidad de Columbia. “Los participantes que tenían una memoria típica de una persona de 60 años al inicio del ensayo, después de tres meses de consumo de una bebida rica en flavonoides del cacao mostraban una mejoría en su memoria que los equiparaba a las personas de 30 o 40 años”, explica Scott A.Small, director del Centro para Estudio de la Enfermedad de Alzheimer, que lidera el trabajo.

Tal afirmación se basa en los resultados obtenidos con dos pruebas complementarias. Por un lado, un test que los investigadores han adaptado para medir específicamente la actividad de un región concreta del hipocampo (el guardián de la memoria) que previamente se había visto que se deterioraba con la edad en paralelo a la dificultad para recordar: el giro dentado.
Con su investigación han conseguido la primera evidencia directa de que el declive de la memoria asociado a la edad se debe a cambios en esta región especifica del cerebro (el giro dentado del hipocampo) y, lo que es más interesante, que este deterioro puede revertirse con una intervención dietética.
Estudios previos con ratones, en agosto del año pasado, les pusieron sobre la pista. En esa ocasión la investigación en la que participaba Scott la dirigía el premio Nobel Eric Kandel, galardonado en el año 2000 precisamente por sus estudios sobre la memoria. Entonces encontraron una molécula implicada en la pérdida de memoria asociada a la edad, que además permitía confirmar de manera “irrefutable” que esos despistes frecuentes con el paso de los años no están relacionados con la enfermedad de Alzheimer, aseguraba Erik Kandel.
Mientras que la pérdida de memoria asociada a la edad se asocia al giro dentado del hipocampo, las primeras anomalías que tienen lugar en la enfermedad del Alzheimer ocurren inicialmente fuera de esta región, en la corteza entorrinal.
Muy esperanzador fue entonces que lograron revertir esa pérdida de memoria no patológica en los roedores aumentando los niveles de esa proteína deficitaria, denominada RbAp48, que se localiza precisamente en el giro dentado. “El hecho de que hayamos sido capaces de revertir la pérdida de memoria asociada a la edad en ratones es muy alentador”, destacaba el año pasado el Nobel Kandel. 
Incrementar los niveles de esa proteína en nuestro cerebro es algo más complicado. Por eso Small pensó en los flavonoides del cacao, que previamente había demostrado beneficios para el cerebro. Y funcionó. Los voluntarios que habían recibido una dosis alta de flavonoides mejoraban espectacularmente en una prueba de memoria que consistía en encontrar diferencias sutiles en el menor tiempo posible entre dos imágenes muy parecidas. Precisamente la agudeza que se pierde con la edad, que reside en el giro dentado del hipocampo, y nos hace despistarnos en el aparcamiento.
Las puntuaciones del test encontraban un apoyo adicional en los cambios observados por un método específico de resonancia magnética, que mostraba un funcionamiento notablemente mejor del giro dentado de los participantes que habían recibido la bebida a base de flavonoides.

Aunque los médicos no suelen dudar en admitir que una dieta alta en colesterol puede acarrear problemas para el corazón y el cerebro, pero son más reacios a admitir que determinados componentes de la dieta pueden contribuir a mejorar la salud de estos órganos, a pesar de que algunos estudios lo apuntaban, aun sin demostrar una relación causa-efecto. Y eso es lo que ahora ha logrado Scott con las epicatequinas, presentes en el cacao, el te verde, frutos rojos y algunos vegetales. Gracias a su investigación puede que cambie esa idea y se admita que somos lo que comemos.
Sin embargo, los propios investigadores advierten que no es posible obtener 900 miligramos del flavonoide epicatenina comiendo chocolate. En primer lugar porque los procesos de fabricación, como el tostado y el tratamiento con álcali para quitarle el sabor amargo al cacao, hacen que se pierda hasta el 90% de este beneficioso compuesto. Y porque una dosis de chocolate diaria para obtener tal cantidad sería perjudicial para la salud.
Además, advierten, aunque muy alentadoras, sus conclusiones se han obtenido con una muestra pequeña de personas, 37 voluntarios, por lo que tendrán que ser replicadas en un estudio a gran escala, que el equipo de Columbia ya está planeado llevar a cabo.
Preguntado por ABC, Scott no descarta la posibilidad de que en unos años podamos encontrar en la farmacia suplementos de flavonoides, igual que ya ocurre con los ácidos grasos omega-3. “Supongo que a la vista de nuestros resultados sería factible. O tal vez sea interesante diseñar una dieta alta en flavonoides”, señala. 


lunes, 17 de noviembre de 2014

LAS TFTs : NUEVAS MOLÉCULAS CONTRA EL CÁNCER


Científicos de la Universidad de Barcelona (UB) en España han desarrollado un compuesto capaz de inducir in vitro la muerte celular en líneas celulares tumorales. Según el estudio publicado recientemente en la revista científica Angewandte Chemie International Edition, la nueva molécula está dirigida contra una nueva diana molecular, la prohibitina.
Se trata de una proteína implicada en diferentes procesos celulares y patologías, especialmente en procesos tumorales. Por ello, estos resultados abren la puerta a nuevas estrategias para el tratamiento del cáncer y el desarrollo de nuevos fármacos.
El trabajo se ha beneficiado de la colaboración interdisciplinar de diferentes grupos de la UB y ha sido coordinado por Rodolfo Lavilla, Joan Gil y Fernando Albericio. También han participado otros grupos de investigación, como el de Isabel Fabregat, profesora de la Facultad de Medicina de la UB e investigadora del IDIBELL, y el de Hiroshi Handa, del Instituto Tecnológico de Tokio (Japón), la institución donde una de las primeras autoras del estudio, Alba Pérez Perarnau, ha realizado una estancia investigadora.
Las trifluorotiazolinas (TFTs) son los nuevos compuestos que han demostrado ser efectivos en la inducción de apoptosis —muerte celular programada— en líneas celulares cancerígenas. Para estudiar el mecanismo por el que estas moléculas consiguen este resultado, los investigadores han identificado las proteínas diana implicadas.
“Nuestro estudio muestra que la nueva molécula que hemos sintetizado consigue inhibir la función de las prohibitinas, proteínas clave para determinar si las células proliferan o entran en proceso de muerte celular programada. Además, esta puede ser la primera de una nueva serie de compuestos relacionados estructuralmente y que podrían ser aun mejores inhibidores de la prohibitina”, explica Joan Gil.
Existen productos naturales que se adhieren a las prohibitinas. Sin embargo, la complejidad y la complicada disponibilidad de tales compuestos dificultan su uso en estudios biológicos y terapéuticos.
“La  preparación de las TFTs es directa, y eso las convierte en compuestos más asequibles y selectivos, útiles tanto en química médica como en biología básica, por su facilidad de preparación. También son estables y constituyen una nueva estructura química (scaffold) inédita en química médica, susceptible de ser explorada en otros ámbitos terapéuticos”, explica Lavilla.
La síntesis de la nueva molécula ha sido especialmente compleja en cuanto a “la elucidación de la estructura, la racionalización del mecanismo y la preparación de estos compuestos polifuncionales, especialmente la sonda molecular utilizada en la identificación de la diana molecular”, explica Lavilla. En estos puntos, ha sido clave el papel de la investigadora Sara Preciado, de la UB, que, en el marco de su tesis, ha desarrollado y perfeccionado los aspectos principales de la investigación química.
Según Lavilla, “la principal ventaja de esta molécula es que es un compuesto que se puede sintetizar, lo cual facilita su obtención tanto desde el punto de vista metodológico como económico”.
“Además —subraya Joan Gil— nuestros datos indican que su acción como inductora de la muerte de las células está mediada por la inhibición de prohibitina y es independiente de la proteína p53, que está mutada o no se expresa en al menos el 50% de los tumores humanos”.


sábado, 15 de noviembre de 2014

PROTEÍNAS FOTOSINTÉTICAS QUE SUSTITUYEN AL SILICIO EN CÉLULAS SOLARES

Un nuevo método permite la integración muy eficiente de proteínas fotosintéticas en un sistema fotovoltaico. En cierto modo es como crear una hoja semiartificial de árbol que trabaja más rápido que la fotosíntesis natural.
La técnica creada por químicos y biólogos de la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, ofrece una nueva estrategia de aprovechamiento de luz solar que produce tasas de transferencia de electrones que exceden por vez primera a las tasas observadas en la fotosíntesis natural. El descubrimiento abre la posibilidad de construir hojas semiartificiales que funcionen como dispositivos fotovoltaicos con un rendimiento drásticamente aumentado.
En las hojas, el fotosistema 1 absorbe luz y su energía es utilizada esencialmente para la conversión de dióxido de carbono en biomasa. Los dispositivos fotovoltaicos, mayormente construidos a partir de semiconductores basados en el silicio, también aprovechan la luz solar para producir electricidad. Un enfoque de diseño para el desarrollo de sistemas fotovoltaicos más baratos y renovables consiste en reemplazar el semiconductor con los complejos aislados de proteína de membrana de la fotosíntesis. El equipo de Matthias Rögner aisló un fotosistema 1 altamente estable a partir de una cianobacteria termófila que vive en aguas termales en Japón. Sin embargo, la integración de este componente natural en dispositivos artificiales se ha venido enfrentando a un reto importante: El fotosistema 1 muestra dominios tanto hidrófilos como hidrófobos, que complican su inmovilización sobre electrodos.
Los equipos de Nicolas Plumeré y Wolfgang Schuhmann desarrollan materiales complejos conductores de electrones, concretamente hidrogeles redox, con propiedades que los habilitan para responder a ciertos estímulos. Los investigadores instalaron un fotosistema 1 en esta matriz artificial y pudieron ajustar con la precisión necesaria el medio local de las proteínas fotosintéticas naturales. Las propiedades hidrófobas e hidrófilas del hidrogel pueden ser controladas por el cambio de pH y fueron ajustadas según las necesidades hidrófobas del fotosistema. Este ambiente diseñado a la medida proporciona las condiciones óptimas para el fotosistema 1. Este procedimiento consigue las fotocorrientes más altas observadas hasta la fecha para biofotoelectrodos semiartificiales, excediendo la tasa de transferencia de electrones que observamos en la naturaleza por un orden de magnitud.
Esta mejora incrementa la eficiencia del concepto biofotovoltaico inicial de la Universidad del Ruhr en Bochum desde el rango del nanovatio al del microvatio. A corto plazo, los sistemas fotovoltaicos basados en el silicio aún superarán en rendimiento a los biodispositivos en cuanto a estabilidad y eficiencia. Sin embargo, las aplicaciones iniciales de los sistemas biofotovoltaicos no se superponen con los de sus homólogos semiconductores. En particular, podrían usarse para energizar dispositivos médicos de tamaño microscópico, tales como sensores implantados en lentes de contacto. En el futuro, el fotosistema proporcionará la base para el desarrollo de células solares flexibles baratas que se puedan aplicar en superficies irregulares.

Mientras que las hojas emplean la energía de la luz solar para ejecutar el proceso que genera biomasa a partir de dióxido de carbono, los dispositivos fotovoltaicos aprovechan la luz para producir electricidad.

viernes, 14 de noviembre de 2014

RESVERATROL: ANTIOXIDANTE DE LA UVA, EFICAZ CONTRA EL ACNÉ


Unos investigadores han constatado que el resveratrol, un antioxidante que se obtiene de las uvas, podría debilitar a ciertas bacterias causantes del acné al hacer que sus membranas exteriores se vuelvan más difusas.
Los autores de este estudio, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos, han comprobado también que combinar resveratrol con un medicamento común para el acné, el peróxido de benzoílo, podría mejorar la capacidad del fármaco para matar a esas bacterias y ello podría traducirse en nuevos tratamientos.
Estos primeros hallazgos del equipo de la Dra. Emma Taylor demuestran que el resveratrol y el peróxido de benzoílo atacan las bacterias del acné, las Propionibacterium acnes, de maneras diferentes.
El resveratrol es un antioxidante que detiene la formación de radicales libres, que causan daños en células y tejidos. El peróxido de benzoílo es un oxidante que trabaja creando radicales libres que matan a las bacterias del acné.
Taylor y sus colegas pensaron inicialmente que, dado que las acciones de los dos compuestos son opuestas, su combinación debería provocar que se contrarrestasen mutuamente, pero no fue eso lo que sucedió. Este estudio demuestra que combinar un oxidante y un antioxidante, en las circunstancias adecuadas, puede lograr un efecto bactericida sostenido a lo largo de un período de tiempo más largo.
El equipo cultivó colonias de las bacterias que causan el acné y después añadieron varias concentraciones de resveratrol y peróxido de benzoílo, tanto en solitario como juntos. Los investigadores vigilaron los cultivos en busca de crecimiento o muerte bacterianos durante 10 días.
Hallaron que el peróxido de benzoílo era capaz de matar inicialmente a las bacterias en todos los niveles de concentración, pero el efecto duraba poco y no pasaba de las 24 primeras horas.
El resveratrol no tenía una capacidad fuerte de matarlas, pero inhibía el crecimiento bacteriano durante un período de tiempo más largo. Sorprendentemente, los dos compuestos juntos resultaron ser la forma más efectiva de reducir la cantidad de bacterias. Fue como combinar lo mejor de dos mundos y lanzar un ataque a dos bandas contra las bacterias.

jueves, 13 de noviembre de 2014

LA LOTERÍA GENÉTICA EN EL ÉBOLA

 En este y los anteriores brotes del virus, los médicos han observado diferencias vitales en la respuesta de unas personas y otras a la infección, que cubren todo el abanico desde la resistencia total al virus hasta la muerte por hemorragias internas generalizadas. Ahora, una investigación con ratones descubre ahora que la causa más probable son las diferencias genéticas entre individuos, y apunta a los genes esenciales que subyacen a esa sutil diferencia entre la vida y la muerte.
No se trata de una curiosidad para ilustrar los textos de genética de poblaciones. “Esperamos que los investigadores médicos puedan aplicar rápidamente nuestros resultados para desarrollar candidatos a fármacos y vacunas”, dice el jefe del estudio, el microbiólogo Michael Katze, de la Universidad de Washington. Los genes clave que han hallado los ratones tienen su equivalente en el genoma humano, y es probable que conduzcan con rapidez a definir los marcadores genéticos de la resistencia al ébola; que permitan estudiar en profundidad los fundamentos fisiológicos del desarrollo de la enfermedad y, en consecuencia, probar pequeñas moléculas –candidatos a fármacos— que puedan bloquear esos procesos devastadores.
Investigar a fondo una enfermedad humana es virtualmente imposible sin un modelo animal que la emule en todos sus detalles. Los investigadores del cáncer, por ejemplo, dedican intensos esfuerzos a construir ratones con una composición genética óptima para investigar cada tipo de tumor, y esa es a menudo la parte más costosa de su trabajo. También es la menos lustrosa, pero, una vez hecho eso, los resultados aplicables a la medicina suelen llegar a buen ritmo. Eso es lo que han conseguido Katze y sus colegas para el ébola.
Los investigadores de Washington han colaborado con el laboratorio Rocky Mountain de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), en Montana, y la Universidad de North Carolina en Chapel Hill (EEUU), y presentan su trabajo en Science. Su inspiración ajá ha sido utilizar no una cepa concreta de ratones –ninguna había servido para estudiar la patología del ébola tal y como se presenta en las personas—, sino todo lo contrario: un modelo de variabilidad genética, llamado Collaborative Cross, que habían desarrollado previamente para investigar las distintas respuestas humanas a otro virus, el de la gripe.
Los genes clave que han hallado los ratones tienen su equivalente en el genoma humano
El Collaborative Cross es una población de ratones que combina ocho cepas homogéneas: cinco líneas clásicas de laboratorio y otras tres obtenidas del campo. En conjunto, estas ocho cepas contienen el 90% de la variabilidad genética de todos los ratones que andan por el planeta. Para casi cualquier propósito práctico, su combinación se puede considerar un modelo de la laboratorio de la especie natural, pero con una diferencia crucial: los investigadores conocen hasta la última letra los genomas de las ocho cepas fundadoras, y pueden saber en todo momento de qué cepa proviene cada gen, y cada parte de cada gen, en un ratón que les interese por cualquier razón. Por ejemplo, porque sea resistente al ébola. Esto conduce a los genes responsables de la resistencia de manera casi instantánea, como en una Islandia de ratones.
Al infectarles con ébola, todos los ratones perdieron peso en los primeros días, como ocurre en humanos. Pero, también exactamente como ocurre con las personas, algunos ratones (19%) recuperaron el peso en dos semanas y no sufrieron el menor síntoma de la enfermedad; otros (11%) sufrieron los síntomas con un abanico de gravedad, mostrando una resistencia parcial al virus; el 70% restante sufrió los síntomas clásicos del ébola, con inflamación del hígado, coagulación retrasada, bazo hinchado y hemorragias internas, con un desenlace fatal en la mitad de los casos. No solo los síntomas, sino incluso los números aproximados, emulan con una fidelidad escalofriante la situación en humanos.
El trabajo confirma que estas respuestas tan diferentes entre unos individuos y otros no tienen nada que ver con la variabilidad genética del virus, sino que se deben a sus víctimas. Los científicos han insistido estos días en que la extraordinaria gravedad del actual brote de ébola en África occidental no se debe a que el virus se haya hecho más transmisible. La causa hay que buscarla más bien en la demografía de la población a la que ha atacado, organizada en ciudades más que en aldeas.
No solo los síntomas, sino incluso los números aproximados, emulan fidelidad la situación en humanos.
Con su población de ratones variables pero identificados hasta la última letra de su genoma, Katze y sus colegas han extraído ya conclusiones valiosas. Si el virus dispara los genes implicados en inflamar las arterias y matar a las células (apoptosis, en la jerga), el individuo acaba muriendo. Si, en cambio, los genes que responden son los que reparan los vasos sanguíneos y ordenan proliferar a los linfocitos –las células blancas de la sangre que encarnan el sistema inmune—, el individuo sobrevive y se recupera. Otras diferencias cruciales afectan a un tipo especializado de células del hígado que regula la inflamación. Y las variaciones en un gen llamado Tek parecen ser especialmente relevantes.



martes, 11 de noviembre de 2014

EL LICOPENO DE LOS TOMATES: ANTIOXIDANTE DIEZ VECES MÁS POTENTE QUE LA VITAMINA E Y QUE MEJORA LA FUNCIÓN DE LOS VASOS SANGUÍNEOS


La incidencia de enfermedades cardiovasculares varía según el país, pero se ve notablemente reducida en el sur de Europa, donde predomina la dieta mediterránea, que se caracteriza por un contenido más grande de fruta, verdura y aceite de oliva. Estudios dietéticos recientes sugieren que esta dieta reduce la incidencia de problemas graves de salud relacionados con enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques al corazón y derrames cerebrales, en pacientes con alto riesgo cardiovascular.
Un componente de la dieta mediterránea al que se le atribuye un papel relevante en la reducción del riesgo de padecer tales problemas de salud es el licopeno (licopina), un poderoso antioxidante que es diez veces más potente que la vitamina E. El licopeno se halla en tomates y otras frutas, y su potencia parece verse aumentada cuando es consumido de manera concentrada (en extracto), en forma de salsa, o en presencia de aceite de oliva. Aunque hay evidencias epidemiológicas fuertes para apoyar el papel del licopeno en la reducción del riesgo cardiovascular, el mecanismo por el cual lo logra no está claro.
En un estudio reciente, el equipo del Dr. Joseph Cheriyan, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, ha demostrado un mecanismo por el que él y sus colegas creen que el licopeno logra esa reducción de riesgos para la salud.
Los resultados de sus experimentos sugieren que un suplemento diario de un extracto procedente del tomate podría mejorar la función de los vasos sanguíneos en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores hallaron concretamente que 7 miligramos de un suplemento oral de licopeno mejoraron y normalizaron la función endotelial en pacientes con problemas cardiovasculares, pero no en los voluntarios sanos. El licopeno mejoró en un 53 por ciento las respuestas de los vasos sanguíneos ante la acetilcolina (que estimula la liberación de óxido nítrico, el cual ejerce un efecto dilatador en los vasos sanguíneos) en aquellos sujetos que tomaron la píldora de licopeno. En el cálculo de ese porcentaje se tuvo en cuenta el efecto placebo. La constricción de los vasos sanguíneos es uno de los factores principales que pueden llevar a un ataque al corazón o a un derrame cerebral. Sin embargo, el suplemento no tuvo efectos sobre la presión sanguínea, la rigidez arterial o los niveles de lípidos.


domingo, 9 de noviembre de 2014

LA COCA COLA TIENE EFECTO ANTIOXIDANTE Y ANTITUMORAL


Cuando el farmacéutico John Pemberton patentó la Coca Cola hace 128 años lo hizo como medicina. Creía que aquel jarabe tendría las propiedades curativas de la planta de la coca y alargaría la vida. Pocos años después, el márketing convirtió su invento en el refresco más consumido en el mundo, tan adorado como odiado no sólo por sus cualidades como bebida sino por ser uno de los grandes símbolos del capitalismo norteamericano. Esa percepción facilitó la proliferación de abundantes leyendas urbanas sobre las supuestas propiedades corrosivas del refresco.
Sin embargo, hace pocos días la Coca Cola ha logrado zafarse de algunas de esas etiquetas gracias a un estudio publicado por la revista Toxicology Letters firmado por Marcos Mateo Fernández, joven investigador de la Universidad de Córdoba y del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, y la catedrática de Genética Ángeles Alonso, que dirige sus investigaciones dentro del grupo de investigación AGR-158. Ambos investigadores han probado que la Coca Cola protege frente al daño oxidativo y juega un papel importante en la inhibición de crecimiento de células tumorales. Lo han hecho mediante ensayos in vivo en lo que se conoce en el laboratorio como un “organismo modelo”, la mosca Drosophila melanogaster, en la que se evaluó la toxicidad, antitoxicidad, genotoxicidad, antigenotoxicidad, extensión y calidad de vida del popular refresco en su versión clásica y en la que no contiene cafeína. Además, los investigadores de la Universidad de Córdoba usaron otro modelo para sus experimentos in vitro: la línea celular HL-60 de leucemia humana, en la que se analizaron los efectos de ambos refrescos sobre las células tumorales.
La conclusión es que ambos tipos de colas tienen efectos antioxidativos y quimiopreventivos en el laboratorio. El mismo grupo AGR-158 ensaya otras sustancias contenidas en estos refrescos, como es la cafeína, aunque ésta no exhibe resultados tan remarcables en todos los ensayos como los refescos completos.
Los efectos que esta nueva investigación puedan tener sobre la imagen de marca de la Coca Cola son algo que está por ver. Al fin y al cabo, el refresco sigue teniendo tantos defensores como detractores. Los primeros podrán enarbolar este estudio, y los segundos se podrían apoyar en el publicado por la American Journal of Public Health, hace algunas semanas, en el que tras analizar el ADN de 5.309 adultos consumidores habituales de refrescos gaseosos se concluyó que el consumo de refrescos azucarados está relacionado con el envejecimiento celular.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

EQUIVOCARSE ES BUENO PARA LA MEMORIA


Equivocarse es humano, y rectificar divino... Y además va “divinamente” para la memoria, porque ayuda a recordar. Eso sí, siempre que las equivocaciones no sean muy disparatadas. Y es que no todos los errores son iguales y aquellos que se quedan muy cerca de la respuesta correcta son los que mejor sirven para potenciar el aprendizaje, según un trabajo publicado en el último número de “Journal of Experimental Psychology”.
La autora del trabajo, Andrée Ann Cyr, una joven psicóloga de la Universidad de Toronto, ha centrado sus carrera en averiguar si cometer errores durante el aprendizaje ayuda o perjudica a la memoria entre los adultos. Y es que, asegura, está empeñada en aplicar los descubrimientos sobre cognición a cuestiones de la vida diaria como el aprendizaje, para hacerle más eficaz.
Ya en 2012 publicó una investigación que causó sorpresa entre sus colegas, porque comprobó que es más fácil aprender si la información no se ofrece muy claramente y hay que hacer un esfuerzo por adquirirla, aunque de paso suponga cometer errores. Además concluía que esa forma de incrementar los conocimientos, es precisamente el mejor entrenamiento para el cerebro de las personas mayores.
Y es que la creencia generalizada siempre había sido la contraria, que sólo los jóvenes se beneficiaban de los errores cometidos, y que esa ventaja desaparecía con el paso de los años e incluso perjudicaba. Pero el trabajo de Cyr rompió esos esquemas y proponía otras formas asimilar conocimientos más provocativas, que podrían aplicarse también en la rehabilitaciones de personas mayores con alguna patología.
En este último trabajo, Cyr proporciona nuevas evidencias de que el aprendizaje por “ensayo y error” es el más eficaz para recordar después la información. Algo que funciona en todas las edades, siempre que los errores estén en la línea de la respuesta correcta. Y para demostrarlo reclutó a 65 voluntarios sanos con una edad media de 22 años y otros 64 que rondaban los 72.
Todos los participantes tuvieron que aprender una serie de palabras. Estas se relacionaban entre sí de dos formas. O bien por la categoría semántica a que pertenecía, por ejemplo flores, o por su raíz (por ejemplo, palabras que comienza por 'ro'). La mitad podían verlas los participantes de inmediato, pero la otra mitad tuvieron que “trabajársela”. Les decían, por ejemplo, es una flor y ellos iban haciendo preguntas, como si se tratase de un juego: "¿Es un tulipán ?. Otra veces la pista era la sílaba de inicio "esta palabra empieza por ro", y ellos iban preguntado ¿es una rosa, una roca, un rodillo?
En una prueba de memoria posterior, se mostraban a los participantes las categorías (flores) o la sílaba inicial y tenían que dar con la respuesta correcta. El objetivo de los investigadores era averiguar si se acordarían mejor de una palabra si habían hecho intentos fallidos de adivinarla durante la fase de aprendizaje en lugar de verla directamente.
Y efectivamente así fue, pero sólo en el caso de que las pistas les permitieran hacer intentos de adivinar la palabra dentro de una misma categoría (por ejemplo, flores). Es decir, si había alguna relación conceptual entre ellas. Sin embargo, cuando la pista se limitaba a indicarles la sílaba inicial, les costaba más recordar. Los resultados fueron semejantes independientemente del grupo de edad (22 o 72 años).
Cyr y sus colegas sugieren que esto se debe a que nuestra memoria organiza la información relacionando conceptos, en lugar de basarse en la información léxica (sílaba por la que empieza). Por ejemplo, cuando se piensa en la palabra pera, es más fácil que la mente salte a otra fruta, como la manzana, que a otra palabra parecida, por ejemplo, paro, por mucho que sea un tema de moda.
En definitiva, los errores cometidos durante el aprendizaje sólo facilitan el recuerdo cuando tienen algo significativo en común con las respuesta correcta. Por ejemplo, confundir un tulipán con una rosa, cuando tratamos de averiguar qué flor es la que huele bien y está en la rosaleda, puede parecer un error garrafal, sin embargo, esa respuesta está conceptualmente cercana a la correcta, una rosa, porque ambas son flores. Acordarnos de ese fallo hace que sea que nos venga a la memoria la respuesta correcta.Esto que parece un poco lioso significa que intentar averiguar cosas en lugar de limitarse a leerlas, es una forma más eficaz de aprender y memorizar. Y recordar algo están en función del esfuerzo empleado en pensar sobre ello y procesarlo. Así se hacen conexiones útiles que ayudan a tirar del hilo del recuerdo llegado el momento. De hecho, en este experimento, todos los participantes, independiente de su edad, eran más propensos a recordar la respuesta si rememoraban sus cábalas erróneas, lo que sugiere que las respuestas fallidas actuaron como facilitadores. "El hecho de que este patrón se dé también en los adultos mayores, demuestra que el envejecimiento no influye en la manera de aprender de los errores”, dice Cyr.
"Estos resultados tienen implicaciones clínicas y prácticas. Cómo la rehabilitación de la memoria en personas mayores sanas. También ofrecen pistas en el terreno de la educación permanente porque suponen una orientación de cómo deberían estudiar las personas mayores", explica la doctora Nicole Anderson, que lidera el estudio.
Así que ya sabe, si quiere ayudar a sus hijos con las próximas lecciones, hágalo en forma de juego. Deles pistas sobre lo que tienen que aprender y que intenten adivinarlo.

martes, 4 de noviembre de 2014

CCDO: COMPUESTO VEGETAL PARA TRATAR EL LUPUS


El lupus, o lupus eritematoso sistémico, es una enfermedad degenerativa progresiva en la que el sistema inmunitario se vuelve contra el propio organismo, atacando a células, órganos y tejidos sanos de una persona. Los síntomas van desde la fatiga y el dolor que impiden llevar una vida normal al paciente, hasta la incapacidad de los órganos para realizar sus funciones, entre muchas otras complicaciones. Se estima que alrededor de 1,5 millones de estadounidenses, y al menos 5 millones de personas en todo el mundo, padecen alguna forma de lupus. Con solo un fármaco aprobado específicamente para el tratamiento del lupus en los últimos 50 años, los pacientes que lo sufren son habitualmente tratados con esteroides, una clase de fármacos que retrasa el desarrollo y la progresión de la enfermedad reprimiendo el sistema inmunitario. Sin embargo, al reprimir totalmente el sistema inmunitario, esta modalidad de tratamiento arrastra un mayor riesgo de infecciones y otros efectos secundarios perjudiciales.
Ahora, los nuevos hallazgos hechos por el equipo del ingeniero biomédico Chandra Mohan, de la Universidad de Houston en Texas, Estados Unidos, aportan un rayo de esperanza sobre la posibilidad de un mejor tratamiento para el lupus: Una nueva clase de fármacos capaz de refrenarlo pero sin la larga lista de riesgos y efectos secundarios severos a menudo asociados con los actuales tratamientos para esta enfermedad.
La nueva gama de fármacos se basa en la versión sintética de una sustancia vegetal. El compuesto, abreviado como CDDO, ha logrado suprimir de forma efectiva en modelos de roedor los múltiples pasos del desarrollo del lupus, incluyendo la aparición de enfermedad renal.
Aún hay mucho por investigar acerca del nuevo compuesto y sus variantes, incluyendo cómo funciona para impedir la progresión del lupus. El próximo paso en esta línea de investigación será confirmar si el CDDO bloquea una parte amplia del sistema inmunitario o si simplemente suprime la activación de las vías específicas de señalización que conducen al desarrollo del lupus.


lunes, 3 de noviembre de 2014

RASTREAR CÉLULAS MADRE TUMORALES POR FLUORESCENCIA


Las células madre cancerígenas han sido señaladas en los últimos años como las responsables del origen del cáncer y de la resistencia a las quimioterapias convencionales. Ahora, un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en España, ha descubierto que dichas células poseen una propiedad luminosa que permitirá rastrearlas con facilidad.
La razón de esa particularidad es que estas células acumulan en su organismo riboflavina o vitamina B2, un pigmento que emite fluorescencia verde como resultado de su acumulación en vesículas intracelulares.
“El descubrimiento de este nuevo marcador supone un gran avance ya que identifica a las células madre tumorales que son las más invasivas y quimiorresistentes. La autofluorescencia de estas células permitirá rastrearlas de una forma fácil, sencilla y barata, así como estudiar el origen de la quimiorresistencia de los tumores”, indica Irene Miranda, una de las autoras del estudio que se publica en el último número de la revista Nature Methods.
Este descubrimiento podría impulsar la medicina personalizada del futuro y el desarrollo de tratamientos oncológicos más eficaces. “A partir de ahora podremos aislar las células autofluorescentes procedentes de una biopsia y testar su sensibilidad en un panel de medicamentos experimentales o ya comercializados”, afirman Sainz y Heeschen, otros autores.
Sólo entre el 1% y el 2% de la totalidad de la masa tumoral está compuesta por las células madre tumorales. Este porcentaje tan pequeño dificulta su aislamiento y análisis, así como el estudio del origen de las resistencias a fármacos.
“Normalmente solo vemos las hojas del árbol que representan los tumores y no podemos divisar las raíces, que son las auténticas responsables de su progresión y crecimiento”,  explica Miranda.
El descubrimiento, que se ha realizado en varios tipos de tumores, incluidas muestras de pacientes de cáncer de páncreas, hígado, colon y pulmón, plantea una pregunta: ¿Por qué las células madre tumorales acumulan vitamina B2?
Los investigadores demuestran en el artículo que se debe a un aumento de la proteína ABCG2, responsable del transporte de la vitamina hacia el interior de las vesículas intracelulares que confieren luminosidad a las células. El porqué de este fenómeno está todavía por determinar.
Pese a las incógnitas sobre su naturaleza, los investigadores destacan que este descubrimiento permitirá acelerar la identificación de nuevos fármacos o combinaciones de ellos que sean capaces de eliminar las células madre cancerígenas de un paciente en particular.



sábado, 1 de noviembre de 2014

EL TÉ Y LOS CÍTRICOS PUEDEN PREVENIR EL CÁNCER DE OVARIO

Un taza de té y zumo de naranja puede ser una buena opción para prevenir el cáncer de ovario. Lo asegura un estudio de la Universidad de East Anglia (Gran Bretaña).
La investigación revela que las mujeres que consumen alimentos que contienen flavonoles y flavanonas (ambas subclases de flavonoides de la dieta) disminuyen significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de ovario epitelial, la quinta causa de muerte por cáncer entre las mujeres.
Los investigadores han analizado los hábitos alimenticios de 171.940 mujeres de edades comprendidas entre los 25 y 55 años durante más de tres décadas. Así han visto que aquellas que consumieron alimentos y bebidas con alto contenido de flavonoles (presente en el té, vino tinto, manzanas y uvas) y flavanonas (se encuentra en cítricos y zumos) eran menos propensas a desarrollar la enfermedad.
Según señala Aedin Cassidy, directora del estudio que se publica en «American Journal of Clinical Nutrition», este es el primer estudio a gran escala que analiza en si la ingesta habitual de diferentes flavonoides puede reducir el riesgo de cáncer de ovario epitelial. Y parece ser que sí: «hemos encontrado que las mujeres que consumen alimentos ricos en estos dos grupos de sustancias -flavonoles y flavanonas- tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de ovario epitelial. 
La investigadora destaca que es importante que las principales fuentes de estos compuestos sean el té y los cítricos, que se incorporan fácilmente a la dieta. Esto sugiere, afirma, que simples cambios en la ingesta de alimentos podrían tener un impacto en la reducción del riesgo de cáncer de ovario. Por ejemplo, «beber dos tazas de té negro cada día se asociaba con una reducción del 31% en el riesgo de cáncer».
La investigación es la primera en examinar la relación entre las seis principales subclases de flavonoides presentes en la dieta normal con el riesgo de cáncer de ovario, y la primera en investigar el impacto de los polímeros y antocianinas. 



Fuente: ABC

IDENTIFICAN UN GEN CUYAS MUTACIONES CAUSAN ALTERACIONES CARDÍACAS Y MUERTE SÚBITA

Un estudio basado en la secuenciación del genoma de pacientes españoles con miocardiopatía hipertrófica ha permitido identificar una nueva forma hereditaria de esta enfermedad y descubrir el gen mutado responsable de su desarrollo. Esta investigación, que se publica hoy en la prestigiosa revista Nature Communications, proporciona nuevas claves acerca de las alteraciones moleculares responsables de una enfermedad que provoca numerosos casos de muerte súbita.

El trabajo ha sido dirigido por los doctores Carlos López-Otín y Xose S. Puente del Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo y ha contado con la participación de los grupos de los doctores Eliecer Coto, José Julián R. Reguero y Aurora Astudillo del Hospital Universitario Central de Asturias.

La miocardiopatía hipertrófica es una enfermedad relativamente frecuente que representa una de las causas principales de muerte súbita en adultos jóvenes. En los últimos años, el estudio de casos familiares de esta enfermedad ha permitido descubrir diversos genes cuyas mutaciones provocan su desarrollo en aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes, sin embargo se desconocen completamente los genes causantes de miocardiopatía hipertrófica en el resto de los enfermos con esta patología.

"Esta dramática realidad nos impulsó a estudiar el genoma de familias con casos de muerte súbita, utilizando las nuevas técnicas de análisis genómico desarrolladas en nuestro laboratorio como parte del proyecto de desciframiento de los genomas del cáncer", explica el doctor Carlos López-Otín, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, y codirector de la contribución española al Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer. "El estudio genómico nos ha permitido concluir que mutaciones en el gen FLNC, codificante de una proteína denominada filamina C, causan miocardiopatía hipertrófica en 8 de las familias estudiadas" señala el doctor Xosé S. Puente.

Tras descubrir estas mutaciones, el equipo investigador ha analizado los mecanismos que subyacen al desarrollo de la enfermedad, lo cual ha permitido demostrar que "las mutaciones en FLNC provocan la formación de agregados de estas proteínas en el músculo cardíaco que se acumulan con el tiempo e impiden el correcto funcionamiento del corazón" comentan Rafael Valdés y Ana Gutiérrez-Fernández, primeros firmantes del artículo de Nature Communications.

Este descubrimiento tiene importantes e inmediatas aplicaciones clínicas, pues de acuerdo con los doctores Coto y Reguero "permitirá realizar consejo genético en las familias e identificar los portadores de mutaciones en FLNC, que serán objeto de seguimiento clínico continuo y, si es necesario, se les implantará un desfibrilador que evite el proceso que desencadena la muerte súbita en estos pacientes".