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sábado, 22 de marzo de 2014

FACTOR CLAVE PARA TRANSFORMAR CÉLULAS ADULTAS EN OTROS TIPOS DE CÉLULAS


Un axioma fundamental de la biología ha venido siendo que el destino celular es “una calle de sentido único”. Una vez que una célula se convierte en muscular, epitelial o sanguínea, sigue siendo siempre del tipo muscular, epitelial o sanguíneo. Esa creencia se debilitó en la década pasada cuando un científico japonés (Yamanaka) introdujo cuatro factores simples en células de la piel y éstas retornaron a un estado similar al embrionario, en el que la célula es capaz de convertirse en casi cualquier tipo de célula del cuerpo.
Esperanzados ante la aparente facilidad para desarrollar terapias revolucionarias que usasen las propias células de un paciente, los científicos se apresuraron a darle usos prácticos al descubrimiento de Shinya Yamanaka, quien fue galardonado con un Premio Nobel en 2012. Sin embargo, se ha avanzado poco por esta vía terapéutica, debido a la escasa eficiencia de los métodos probados, y los científicos han tenido muchas dificultades para hallar una explicación genética de por qué ocurre esto.
Ahora, el equipo de Shangqin Guo, del Centro de Células Madre de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, ha conseguido identificar un obstáculo importante para la conversión de células hacia su estado no especializado: La velocidad del ciclo celular o el tiempo requerido para que una célula se divida.
Cuando el ciclo celular se acelera hasta cierta velocidad, las barreras que mantienen el destino de una célula en una determinada dirección, se debilitan. En tal estado, las células son fácilmente influenciables para que cambien su identidad y se conviertan en pluripotentes, es decir, capaces de convertirse en células de varios tipos.
La situación es comparable a aquella en que la temperatura aumenta hasta el punto en que una pieza muy dura y rígida de acero puede volverse lo bastante maleable como para que se le pueda dar una nueva forma con facilidad.
Cuando el ciclo celular se acelera hasta una velocidad lo bastante rápida, parece que las células no se enfrentan a las mismas barreras que a menor velocidad les impiden volverse pluripotentes.

jueves, 20 de marzo de 2014

ACTIVAN UN TIPO DE NEURONAS QUE HACE COMER MÁS

La activación de un tipo único de neuronas en la corteza prefrontal puede estimular a un ratón para comer más. Este hallazgo podría ser crucial para ayudar a identificar a un mecanismo que en el cerebro humano se ocupa de regular la ingesta de alimentos.
La decisión de comer es fundamental para la supervivencia de un animal y se regula, en parte, por procesos metabólicos evolutivamente antiguos que son compartidos por muchas especies animales. Los científicos han sospechado que la corteza prefrontal, que en los humanos está involucrada en la toma de decisiones de orden superior, puede también estar involucrada en la regulación de la conducta alimentaria, pero hasta ahora no se sabía con certeza de qué modo.
El equipo de Ralph DiLeone y Benjamin B. Land, de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, ha comprobado ahora que al activar, en la corteza prefrontal de los ratones, las neuronas que poseen el receptor de dopamina D1, se provoca que estos animales coman más. La inhibición de esas neuronas tiene el efecto contrario: Los ratones se alimentan menos.
Los resultados de la investigación también sugieren que esta vía de señalización de la dopamina, se entrecruza con otras áreas del cerebro, como la amígdala, a la que desde hace tiempo se la relaciona con las reacciones emocionales y con el miedo. Los hallazgos sugieren que la conducta alimentaria puede ser regulada en buena parte en este cruce entre las áreas cerebrales encargadas de la toma de decisiones, y las regiones cerebrales más primitivas.

lunes, 17 de marzo de 2014

TERAPIA GÉNICA DEMUESTRA SEGURIDAD Y EFICACIA EN EL TRATAMIENTO DEL VIH

El trabajo presentado en la Conferencia en Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) y publicado simultáneamente en el New England Journal of Medicine, y es indudable que se trata de un trabajo pionero y prometedor. 
Por primera vez, una terapia génica se ha mostrado segura (el objetivo primario del estudio, un fase I) y eficaz (aunque sólo parcialmente) para lograr que el sistema inmunológico sea capaz de eliminar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), en lo que podría suponer un precoz paso hacia la erradicación del VIH, no apto, eso sí, para todos los bolsillos.
Según el español Pablo Tebas, primer firmante del artículo, lo que se ha conseguido por primera vez con este estudio es "editar el genoma" y eliminar algunas células de la secuencia de ADN que codifica el gen CCR5. Las personas que presentan de forma natural esta mutación -CCR5-delta32- son inmunes a la infección por VIH pero el porcentaje de afortunados apenas alcanza el 1% de la población.
Para lograr esta edición, los investigadores de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) utilizaron una tecnología denominada nucleasa de dedos de zinc (ZFN, de sus siglas en inglés), una proteína sintética desarrollada por la compañía Sangamo BioScience que, una vez dentro de la célula, sabe buscar una secuencia de ADN determinada y eliminarla. Terapia génica en estado puro.
Por supuesto, el primer paso fue muy anterior a la publicación hoy de los resultados en humanos. En 2008, la revista Nature Biotechnology recogía la prueba de que el concepto funcionaba en el laboratorio. Un año después, y financiado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EEUU y la propia Sangamo BioScience, comenzaba el estudio que se acaba de presentar en Boston.
Se trata de un estudio muy pequeño y que como explica Tebas es solo "una prueba de concepto" de que la terapia génica puede funcionar frente al VIH en humanos. "Faltan años para que se consiga erradicar así el virus y, probablemente, haya de utilizarse en combinación con otras estrategias", subraya el investigador español.
Para llevar a cabo esta prueba, los científicos seleccionaron a 12 pacientes seropositivos en tratamiento para controlar la infección por VIH. Seis de ellos tenían una infección más avanzada, por lo que se decidió no retirarles la medicación antirretroviral tras la infusión de las células modificadas, bautizadas como SB-728-T, mientras que a los seis restantes sí se les retiró la terapia, sólo durante 12 semanas.
Lo que se les transfirió a los 12 pacientes no fue otra cosa que sus propias células modificadas genéticamente. La cantidad: alrededor de 10.000 millones de CD4, una cifra que parece muy elevada pero no supone más de un 14% del total de estas células inmunológicas.
Además de demostrar la seguridad de la técnica, ya que no se registraron efectos secundarios graves, lo que se vio es, según Tebas, que las células modificadas "sobrevivían mejor en presencia del VIH". En los pacientes que seguían recibiendo el tratamiento, se observó un incremento de los CD4, "un marcador de que el sistema inmunológico mejora". También se vio que las células modificadas se encontraban cómodas en uno de los tradicionales reservorios del VIH, el tejido linfático del intestino.
En cuatro de los individuos a los que se retiró la medicación, se observó una disminución de la carga viral e incluso en uno de ellos la reducción cayó por debajo de los niveles detectables. A todos los efectos, era como si hubiera seguido medicándose. Posteriormente se descubrió que este paciente tenía la mutación CCR5 delta -32 pero de forma heterocigota, es decir, una sola copia de la versión mutada del gen, algo que es mucho más habitual que la homocigótica y que no protege frente a la infección por VIH.
El trabajo publicado en NEJM no es el primero ni el último en explorar esta vía de acción. El pistoletazo de salida lo dio el que es hasta la fecha el único caso de curación conocido del VIH, el de Timothy Brown que, tras enfermar de leucemia y recibir un trasplante de médula ósea de un paciente con la mutación CCR5 delta-32, se curó de su cáncer y su infección por VIH. A esta buena noticia, le siguió el jarro de agua fría de otros dos pacientes que no lograron curarse tras recibir un trasplante de médula aunque, en su caso, el donante no era portador de la famosa mutación.
Aunque existe expectación en la comunidad científica, algunos investigadores se muestran extremadamente cautos con estos resultados. Es el caso del jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, Jose María Gatell que, también desde Boston, explica que el trabajo se trata de "la primera publicación formal de un tema que lleva varios años y que por el momento no se ha concretado en nada práctico". 


Fuente: El Mundo

jueves, 13 de marzo de 2014

SILENCIAR LOS GENES DEL ENVEJECIMIENTO


El consumo restringido de calorías parece ser un modo para combatir el envejecimiento. Aunque el mecanismo subyacente es desconocido, se ha demostrado que la restricción calórica prolonga la vida de levaduras, gusanos, moscas, monos, y en algunos estudios, la de los seres humanos. Sin embargo, suele implicar grandes sacrificios y en ciertos casos puede acarrear efectos nocivos para la salud.
Ahora el equipo de la investigadora Keren Yizhak, de la Universidad de Tel Aviv en Israel, trabajando en el laboratorio de Eytan Ruppin en dicha universidad, ha desarrollado un algoritmo computacional que predice qué genes podrían ser desactivados o “apagados” para crear el mismo efecto anti-envejecimiento que el producido por la restricción calórica. Los resultados de este trabajo abren una intrigante línea de investigación que podría desembocar en el desarrollo de nuevos fármacos para tratar efectos del envejecimiento.
Después de utilizar el algoritmo para confirmar descubrimientos previos hechos en laboratorio, Yizhak lo empleó para predecir los genes que pueden ser desactivados para convertir la expresión génica de levaduras viejas en una expresión génica semejante a la de las levaduras jóvenes. La levadura es un modelo genético ampliamente usado porque gran parte de su ADN se ha conservado evolutivamente en el Ser Humano. Por otra parte, "expresión génica" es un término que se refiere al nivel de expresión de genes individuales en una célula, los cuales pueden ser "apagados" de maneras diferentes para impedir dicha expresión. Ya se sabía que apagar la expresión de algunos de los genes identificados por el algoritmo tiende a prolongar la vida de la levadura. De otro grupo de genes encontrados por Yizhak, se enviaronsiete para ser probados en un laboratorio de la Universidad de Bar-Ilan en Israel. Losinvestigadores observaron que apagando dos de estos, el gen GRE3 y el ADH2, en  levaduras, aumentaba notablemente extendieron la longevidad de este organismo. En un experimento final, Yizhak usó el algoritmo para analizar información sobre el metabolismo humano reunida en cuatro estudios, en especial las diferencias entre el conjunto de características típicasdel metabolismo de alguien joven y el conjunto de características típicas del metabolismo de alguien mayor. Este algoritmo fue capaz de identificar un grupo de genes que pueden operar una transformación quecorresponde a entre un 40 y un 70 por ciento de las citadas diferencias metabólicas típicas entre jóvenes y mayores. Aunque por ahora no hay modo de verificar esto directamente en humanos, se sabe que algunos de estos genes aumentan la longevidad en levaduras, gusanos y ratones. El siguiente paso que Yizhak dará en esta línea de investigación será estudiar si apagarestos genes predichos por el algoritmo alarga la vida de los ratones.Quizá algún día se puedan regular genes humanos de tal modo que la longevidad de las personas aumente considerablemente. Variantes del algoritmo usado en este estudio se podrían utilizarpara determinar fórmulas químicas de fármacos capaces de actuar coneficacia espectacular sobre enfermedades provocadas por conductas nocivas delmetabolismo, incluyendo obesidad, diabetes, así como trastornos neurodegenerativos y cáncer.

miércoles, 12 de marzo de 2014

UNN VIRUS REVIVE DESPUÉS DE 30.000 AÑOS


 Un grupo de investigadores ha dado con el virus más grande de la historia: Pithovirus sibericum. Pero, a pesar de su gran tamaño, no es lo más peculiar de este organismo. Ha permanecido 30.000 años bajo el hielo de Siberia y acaba de ser reactivado en un laboratorio.
Imagen al microscopio de una ameba infectada por el virus gigante
Ameba infectada por el virus
Aunque se encontraba a 30 metros de profundidad entre las capas heladas de la tundra siberiana, conocidas como 'permafrost', alejado de la luz y del oxígeno, su material genético se ha mantenido en perfecto estado de conservación.
Pithovirus ha permanecido latente durante, al menos, 30.000 años, hasta que los científicos que lo han rescatado utilizaron amebas -un organismo unicelular- para comprobar si todavía podía comportarse con normalidad.

«Debido a que las condiciones cambiaron, el virus se descongeló y se reactivó», Chantal Abergel, investigadora de la Universidad de Marsella (Francia) y coautora del estudio que acaba de publicar en la revista Proocedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Durante las 12 horas siguientes a su reactivación, «el virus se introdujo en la ameba y se multiplicó cientos de veces. La ameba murió por rotura [denominado ciclo lítico] y apareció una nueva generación de virus», detalla la investigadora francesa.
Los científicos dieron con este virus gigante en el año 2000 en Chukotka, al noreste de Rusia. Este nuevo agente patógeno se añade a la pequeña lista de virus gigantes compuesta por Pandoravirus, Mimivirus y, ahora, Pithovirus. Los Mimivirus son el género que contiene el mayor material genético y los Pandoravirus eran, hasta ahora, los que tenían mayor tamaño: 1µ (micras) de longitud y 0,5µ de diámetro. Tras este nuevo descubrimiento, Pithovirus desbanca a los Pandoravirus ya que mide 1,5µ de longitud, lo que es comparable en tamaño a una pequeña bacteria.
Además, los científicos han comprobado que, esta una nueva familia de virus gigantes, tan solo comparte con los Pandoravirus el 11% de información genética.
Según los investigadores, no supone un riesgo para las personas y animales. «Bajo las condiciones en las que aislamos el virus, éste no es infeccioso», declaran en su estudio. Pero no descartan que el virus se encuentre en algunos animales o plantas de las capas del permafrost.
Además, plantean que este virus pudo infectar a los últimos neandertales que vivieron en la Tierra. «Los restos de los últimos Neandertales (hace 28.000 años) han sido localizados en Rusia. Estos ancestros vivieron, padecieron enfermedades y murieron. Es interesante pensar que, tal vez, el virus les pudo infectar», destacan los científicos.
En la actualidad, continúan estudiando el material genético de este virus gigante para comprobar sus teorías. «Si encontramos alguna analogía [con los agentes infecciosos que se dan en humanos] el riesgo será real, sino estaremos a salvo. Desde luego no queremos revivir este virus si es un patógeno», asegura la investigadora Abergel.
Según los autores, este virus acraico que ha llegado hasta nuestros días podría aportar información sobre algunas preguntas fundamentales como el origen de la vida en nuestro planeta y la evolución de los virus y las células.
El calentamiento global contribuye a que poco a poco se derrita el hielo de las capas superficiales del permafrost, así que cada año se van desenterrando microorganismos, algunos desconocidos. Abergel advierte de que, si los viriones (virus aislados que no se encuentran infectando ningún organismo) permanecen en esas capas y se activan, se podría producir un cóctel para el desastre.

Fuente: El Mundo

martes, 11 de marzo de 2014

EMSY:GEN METASTÁSICO EN CÁNCER DE MAMA


El 90% de los cánceres son mortales porque se expanden. Por eso, esta colonización de otros órganos, la metástasis, es uno de los objetivos de los investigadores. El último trabajo al respecto lo ha publicado Molecular Cell, y lo ha dirigido un equipo de la Universidad de Cambridge con el que ha colaborado el Idibell (Instituto de Investigaciones Médicas de Bellvitge). Consiste en el descubrimiento de que en el 15% de los cánceres de mama hay una abundancia de copias del gen EMSY, y que esto debilita los controles propios para la metástasis.
Fiel a la línea de investigaciones de Manel Esteller, que dirige el Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Idibell, este trabajo apunta a una posibilidad de regular epigenéticamente la expresión de todos estos genes. La epigenética es el sistema regulador de la expresión de los genes, una especie de semáforo que indica que esas instrucciones biológicas pasen de la teoría (pueden estar en el genoma pero no manifestarse nunca) a la práctica.
Los investigadores han visto que si se apagaban las señales y se silenciaban las copias del gen, la capacidad de este para generar una metástasis desaparece. O, al menos, se debilita. “Este último hallazgo podría despertar el interés en buscar fármacos capaces de bloquear a la proteína EMS” comenta Esteller. “Además en este caso” añade el investigador “sería más fácil identificar las pacientes que podrían ser sensibles al fármaco ya que en principio serían aquellas que presentaran una sobredosis de este oncogén EMSY en el análisis genético. Sería un proceso similar al que ya se realiza para la detección del marcador HER2 en cáncer de mama que permite su tratamiento con un fármaco específico”.
Como en muchos de los trabajos recientes –sin ir más lejos, y por centrarnos en estudios con participación española, los publicados la semana pasada en Cell de Verónica González Bravo y Joan Massagué- se trata de estudios a los que faltan años de investigación para dar sus resultados, si es que llegan a concretarse en algún tipo de abordaje farmacológico. Pero, como siempre en medicina, el primer paso, que es encontrar una diana y elaborar un diagnóstico, está dado.


viernes, 7 de marzo de 2014

MATAR LAS CÉLULAS CANCEROSAS CON CAFÉINA Y ORO

Los efectos secundarios de ingerir demasiada cafeína (por ejemplo, agitación, ritmo cardíaco acelerado y dificultades para dormir) son bien conocidos, pero investigaciones recientes han mostrado que el estimulante también tiene su lado bueno. Puede matar células cancerosas. Ahora, un equipo internacional de científicos ha comprobado que la combinación de un compuesto basado en la cafeína y de una pequeña cantidad de oro podría algún día ser utilizada como agente anticáncer.
La cafeína y ciertos compuestos basados en ella han estado recientemente bajo los focos como posibles tratamientos anticáncer. Pero conviene aclarar que beber litros de café, refrescos con cafeína y bebidas energéticas, no es la solución, y que la cafeína normal de esas bebidas, a los niveles necesarios para matar a las células cancerosas, empezaría también a tener efectos negativos en las sanas.
Por su parte, el oro puede asimismo eliminar células cancerosas, pero, como la cafeína, puede dañar a las sanas.
Ante todo esto, el equipo de Michel Picquet, del Instituto de Química Molecular de la Universidad de Borgoña en Dijon, Francia, y Angela Casini, del Instituto de Investigación Farmacológica de la Universidad de Groninga en los Países Bajos, decidió poner a ambos juntos en ciertas configuraciones, para ver si los nuevos compuestos basados en cafeína y oro pueden actuar de forma selectiva contra las células cancerosas, evitando su crecimiento, sin dañar a las otras.
Para ello prepararon una serie de siete nuevos compuestos en el laboratorio y los estudiaron. Los científicos encontraron que, en determinadas concentraciones, uno de los compuestos de la serie mató selectivamente células cancerosas de ovarios humanos sin perjudicar a las células sanas. Además, el compuesto actuó específicamente contra un tipo de arquitectura de ADN que está asociada con el cáncer.


jueves, 6 de marzo de 2014

LAS MUJERES CON DIABETES SON MÁS PROPENSAS A INFECCIONES EN LOS ÓRGANOS REPRODUCTIVOS

No es raro que las mujeres que viven con diabetes experimenten inflamación de la pared mucosa de la vagina, es decir, vaginitis, pues por tener altos niveles de glucosa es blanco de infecciones, principalmente causadas por hongos o bacterias.
Este tipo de afecciones en el órgano reproductor femenino pueden encontrar como detonador las bajas en el sistema inmunológico o por cambios en la acidez (pH) al interior de la vagina.
“El pH cambia cuando la persona tiene hiperglucemia, cantidad excesiva de glucosa, porque se alteran los mecanismos de defensa de la vagina, y las infecciones se presentan con mayor frecuencia”, indicó la ginecóloga y médico cirujano Alejandra Morales Sánchez, adscrita al Hospital ABC y la clínica Anáhuac, en la ciudad de México.
Otras causas por las que puede haber infecciones vaginales son los tratamientos prolongados con antibióticos de amplio espectro y/o corticoides, administración de anticonceptivos orales, obesidad, usar ropa muy ajustada y consumo de tabaco. Incluso los lavados vaginales pueden causar vaginitis debido a los cambios que produce en la flora.
“Las mujeres con diabetes mellitus son más propensas a padecer infecciones vaginales, por lo que es recomendable tener un buen control de glucemia, evitar sus cambios bruscos, alimentación adecuada para no desencadenar esta patología”, explicó la doctora Morales Sánchez.
La especialista comentó que previo al periodo menstrual las mujeres bajan sus defensas, por ejemplo, son propensas a gripe, cuadros diarreicos e infecciones vaginales, y con mayor riesgo quienes tienen diabetes.
“Si las pacientes descuidan sus niveles de glucosa, su estado inmunológico no estará óptimo para evitar infecciones, y no sólo vaginales, sino urinarias, intestinales o enfermedades respiratorias, en cambio sí están bien compensadas y hacen ejercicio, su estado inmunológico va a estar óptimo”, indicó.De acuerdo con la especialista, las pacientes con diabetes mellitus que no cuiden sus niveles de glucosa, alimentación e higiene íntima van a presentar infecciones vaginales de repetición, y que después podrían desembocar en enfermedad pélvica, inflamación que sube al útero y de no tener un buen tratamiento se genera obstrucción en las trompas de Falopio o lesiones más graves, incluso perder el útero.
Algunas señales de vaginitis son la inflamación, ardor al orinar o al tener relaciones sexuales, picazón en la zona vaginal o algún tipo de flujo inusual. Asimismo, la secreción blanca, gris o amarillenta con fuerte olor que aumenta tras lavado con jabón son síntomas que acusan la presencia de bacterias; si el flujo es blanquecino viscoso y grumoso, como yogurt, puede deberse a hongos en el área, conocido como Candidiasis.
 De acuerdo con la especialista, actualmente existen tratamientos exitosos para este proceso infeccioso, pero es importante dejar a un lado la pena o vergüenza y dirigirse con un experto, pues los consejos de familiares o auto-medicarse puede tener resultados poco favorables.

lunes, 3 de marzo de 2014

O CÁNCER O ALZHÉIMER

El cáncer protege del alzhéimer (en general, de enfermedades del cerebro y del sistema nervioso central), y viceversa. Esta curiosa paradoja, que durante años ha desconcertado a oncólogos, psiquiatras y neurólogos, ya tiene una explicación; y está en los genes. Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) dirigidos por Alfonso Valencia se han sumergido con herramientas informáticas en el ADN de 1.700 pacientes y han identificado un centenar de genes responsables de esta asociación, lo que representa la evidencia molecular más contundente de la relación excluyente entre tumores y enfermedades neurodegenerativas y su efecto protector cruzado.

Distintos estudios ya habían observado una menor incidencia de casos de cáncer entre enfermos de alzhéimer, párkinson o esquizofrenia. En los pacientes con alzhéimer, por ejemplo, el riesgo de un tumor es un 42% inferior. Entre personas con esquizofrenia, la relación a era aún más llamativa, como destaca Rafael Tabarés, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y cofirmante del estudio. “Algunas de estas personas son grandes fumadores y, comparativamente, padecen menos tumores de pulmón de lo que sería esperable por este hábito”, lo que desconcertaba aún más a los investigadores.

Anteriormene se habían planteado distintas hipótesis para describir la vinculación inversa entre estas enfermedades aparentemente tan dispares, pero no había ningún estudio que mediante pruebas analíticas hubiera llegado a construir un relato suficientemente sólido. Hasta el trabajo publicado este jueves por la revista PLOS Genetics.

Para llegar a ello, los investigadores del CNIO cruzaron mediante herramientas bioinformáticas los datos de expresión genética de casi 1.700 personas procedentes de 30 estudios sobre enfermedades del sistema nervioso central (SNC): alzhéimer, párkinson y esquizofrenia, y los de trabajos sobre tres tipos de cáncer (colon, pulmón y próstata). Como resultado de esta operación encontraron un centenar de genes que intervenían en los dos tipos de enfermedades, aunque de forma distinta.


Los investigadores han buceado en los datos de 1.700 pacientes

Había 74 genes cuyo comportamiento se encontraba reprimido en personas con enfermedades del SNC pero sobreexpresado (trabajando en exceso) en las personas con alguno de los tres tumores analizados. En otros 19 genes se daba el caso contrario: presentaban una mayor actividad en enfermedades como el alzhéimer y una expresión reducida en afectados por cáncer.

“Hasta el 90% de los procesos biológicos que aparecen aumentados (acelerados por una mayor expresión de los genes) en el caso del cáncer están reprimidos en las enfermedades del sistema nervioso analizadas”, destacan los investigadores del CNIO Cesar Boullosa y Kristina Ibáñez. Esto sugiere que los mismos mecanismos celulares que disparan el cáncer podrían estar protegiendo de sufrir alzhéimer, y al contrario.

Entre la lista de genes identificados se encuentra el PIN1, relacionado con el proceso de plegamiento de las proteínas y que, a pequeña escala, reproduce el hallazgo de los investigadores del CNIO. Si se encuentra sobreactivado acelera el metabolismo celular, lo que se vincula con el desarrollo de tumores. Pero, simultáneamente, protegería del alzhéimer ya que impide el funcionamiento normal de la proteína TAU, y esta tiene un papel clave en la neurodegeneración y, en concreto, su acumulación se asocia a esta patología que daña a las neuronas.

Sin embargo, el mecanismo descrito por los investigadores no es siempre tan lineal, y tiene mucho más que ver con procesos biológicos más complejos y de acción de los genes.

El trabajo pone sobre la mesa otra cuestión cada vez más presente entre los investigadores: plantea una raíz común entre unas patologías en teoría tan distintas como los procesos neoplásicos y los neurodegenerativos.


Hay medicamentos que tienen efecto en ambos tipos de enfermedades

Esta cuestión ya la han abordado otros investigadores que hablan de las enfermedades neurodegenerativas y el cáncer como dos caras de una misma moneda: la alteración de mecanismos celulares básicos a lo largo del envejecimiento. Es decir, sostienen que la senescencia es en sí misma una enfermedad, más allá de que sus manifestaciones puedan ser enfermedades oncológicas o neurodegenerativas, como sostiene Massimo Musico, un investigador italiano que advirtió —a partir de la observación de 200.000 casos— que el alzhéimer protege del cáncer.

Esta relación se basa en los controles que fallen en la regulación de la proliferación y la muerte celular. Así, puede haber un desequilibrio en un sentido —desarrollo incontrolado de los tejidos en el caso del cáncer— o en el otro —problemas con la muerte celular programada y la reparación de lesiones, en el caso de enfermedades neurodegenerativas—.

La expresión de estos desajustes se manifiesta con el comportamiento genético descrito. Pero su origen es más complicado de determinar. En el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, se desconoce si la protección frente al cáncer se debe al propio mecanismo que desencadena la enfermedad o si es la medicación —de carácter crónico, se consume durante años— que se administra para combatirla la que tiene esta función antitumoral, como advierte Alfonso Valencia. “En todo caso, el mecanismo final sería el descrito, ya fuera porque la propia enfermedad reprimiera la expresión de un gen o si fuera debido al consumo de un fármaco”.

De hecho, como apunta Rafael Tabarés, se ha observado que algunos fármacos, como, por ejemplo, antipsicóticos de la familia de las fenotiazinas —usados para tratar la esquizofrenia—, tienen efectos anticancerígenos. De ahí que los investigadores planteen que la asociación genética descrita en el trabajo entre tumores y enfermedades del sistema nervioso podría ser aprovechada en beneficio de ambos tipos de pacientes. “Podría abrir la puerta a la utilización de fármacos antineoplásicos para tratar algunas dolencias del sistema nervioso y a la inversa” plantean los investigadores del CNIO.

Fuente: El País